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6 de septiembre de 2013

Valkiria. Elche, 6 de septiembre de 2013

Polo de Ana sobre sector V
Hoy en desayuneros viajeros, Elche. Y voy a desayunar, esta vez sin Ana, en la zona del sector V. Si alguna vez, querido lector, vienes por Elche, este barrio te lo puedes saltar sin ningún tipo de remordimiento, yo no puedo evitarlo ya que trabajo aquí, pero no me disgusta y además sus portales me proveen de esa lectura que tanto nos gusta a los funcionarios, los folletos del Media Markt. Hay una densidad de cafeterías que apabulla, de ellas he recorrido muchas, son siete los años pateando las aceras en mi media hora sagrada del desayuno (alabado sea Dios), y a otras iré próximamente. Normalmente voy a la misma durante un tiempo y luego ya no suelo volver. El momento de levantar para siempre el culo de la cafetería suele ser por pequeñas tonterías que me desesperan: puede ser que me hagan una broma en plan coleguita, o que alguien en la cafetería empiece alguna frase con “te comento…”, una de las cosas que más odio en el mundo, o que ya no estén los camareros que me gustan, o que coincida con la desagradable compañía de algún “compañero” de trabajo. En fin, cualquier gilipollez por el estilo.

Este último par de meses he estado desayunando en Valkiria. No sé a quién se le habrá ocurrido este nombre tan horrible, perfecto para cualquier treinteañera desesperada buscando lío en los chats de los albores de Internet, pero desde luego no me cuadra nada con el sitio, que no es del todo nuevo para mí, ya que también venía aquí hace algunos años cuando se hacía llamar Boston. Es una cafetería con una terraza agradable y con un interior anodino, con mobiliario de chiringuito y con camareros anodinos y de chiringuito. Hoy he decidido que ya estoy harto del lugar y no voy a volver más, la señal ha sido que ya me traen el desayuno sin tener que pedir, conforme ven aparecer mi careto a lo lejos, y eso me genera una sensación de familiaridad que no me gusta. Y también, que quiero entrar al sitio de enfrente, una triste cafetería llamada Yogurymas, en la que nunca hay nadie, sin sentirme incómodo. Hoy mientras desayunaba he visto que estaban poniendo una alarma antirrobo en el Yogurymas, acaban de perder la oportunidad de que entre alguien.

La clientela del Valkiria suele estar formada por madres, con o sin carricoche, que intercambian conversaciones entre mesas y con los camareros, normalmente a grito pelado. Por lo general me molestaría si estuviera leyendo el periódico, pero en este sitio no he conseguido nunca ver ninguno del día, siempre están atrasados. Así que mientras cruzan sobre mí conversaciones, me dedico a poner el dedo en modo limpiaparabrisas sobre el móvil.
Hoy compartía terraza por un lado con una madre con la cara de David Foster Wallace, cuando estaba todavía vivo, obviamente, y con su hija. La hija, una mezcla entre la madre y la cantante que se comió a la niña Pastori, llevaba un atuendo loco, no me atrevo a decir si preparado o no, coronado por una camiseta de Slayer, que realmente me parecía digno en su locura de aparecer en cualquier revista de Flipboard.
En otra mesa había un jubilado con un cigarrillo perenne en la comisura de los labios, supongo que apagado, y una bolsa con envases vacíos encima de la mesa, que prestaba atención a todo lo de su alrededor. Sin girar la cabeza, solo con leves movimientos de orejas.
También tenía a mi lado un grupo de cuatro. Dos niños extragrandes, con dos mujeres que supongo que serían sus madres, hablando de algo que les hacía mucha gracia y de los que solo pude percibir palabras sueltas: cuevas, charco, cuevas, zumba, yo os mato. Uno de los niños llevaba una camiseta del Elche, más falsa que las balas del Equipo A, con una gran mancha de algo parecido a granada. También se reían mucho del sonido que venía del primer piso encima de la cafetería, alguien estaba soplando la flauta de manera furibunda. Este Jack el Destripador de las semicorcheas no se dio a conocer.


Normalmente suelo tomar cortado con sacarina y media integral con tomate. El café de aquí ni fu ni fa, el pan con sabor a suela de zapato (he mordido uno para documentarme) y el aceite, contiene algo parecido a agua rebajada con aceite de colza.
PUNTUACIÓN:
ENTORNO 6 SERVICIO 6 CALIDAD 3 PRECIO 1,80€

4 comentarios:

  1. yo e dasuñado en esta cafeteria y es una verguenza la calidad de servico de los camareros.
    si se dan cuenta que estas ahi cuando solo hay dos mesas ocupadas y media hora esperando para que te atiendan.
    NO VOLVERE MAS. y si por encima dices buen e esperado bastante pero la tostada y el cafe esta bueno te puedo de decir vale valio la pena pero al contrario estaba todo asqueroso.

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  2. yo paso todos los días por esa cafetería y la verdad no me llama mucho la atención ,pero hace poco tuve que sentarme con una amiga porque fuma y la verdad yo soy una persona que me hago ha todo pero no pude aguantar al camarero diciéndome "hola guapa" "tienes novio" de este tipo de cosas nos dijo las que quiso y la verdad me parece ridículo ...creo que muchas mamis van han este sitio a que les digan este tipo de cosas .

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  3. Esta cafeteria es una mierda

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